
Oh Trinidad Santa, te damos gracias por haber concedido a la Iglesia al Santo Juan Pablo II y porque en él has reflejado la ternura de tu Paternidad, la Gloria de la Cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de Amor. Él, confiando totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal intercesión de María, nos ha dado una imagen viva de Jesús el Buen Pastor. Él nos enseñó que la santidad es la medida necesaria de la vida cristiana y es el camino para alcanzar la comunión eternal contigo. Concédenos, por su intercesión, y según tu voluntad, las gracias que imploramos por Cristo nuestro Señor. Amén.
El Papa Juan Pablo II está muy ligado a la ciudad de Zaragoza, que visitó en dos ocasiones: la primera, en el marco de su viaje de catequesis por España, en 1982, y la segunda, el 11 de octubre de 1984, haciendo escala en un viaje que emprendía a Hispanoamérica para conmemorar el comienzo de la evangelización de América. Un viaje que fue, en sus propias palabras, “un homenaje a la evangelización naturalmente española que comienza en Zaragoza, madre de la Hispanidad”.
Junto a la imagen del tapiz que presidió la ceremonia de su canonización en la Plaza de San Pedro del Vaticano el 27 de abril de 2014 y a la oración oficial para pedir su intercesión y ayuda, os ofrecemos como recurso un artículo aparecido en el medio de comunicación digital «El Debate» que contiene de forma resumida y muy acertada los principales hitos y los hechos más sobresalientes de la vida del santo Pontífice.